A pesar de tener un calor agobiante y andar vestida como depiladora profesional con zapatos de abuela y calcetas azules... no pude resistir pasar por la calle donde vivía cuando niña y no bajarme de la micro para recordar. Me bajé y las cosas parecen no haber cambiado nada, siento como si el tiempo no hubiera pasado, nunca me cambié de casa, nunca dejé de transitar por ahí. Muchos de los lugares están exactamente iguales, eso me hace pensar que no estoy tan vieja. Veo el negocio donde mi mamá me compraba helados después de comprar verduras, me compro un helado igual a los que me comía cuando tenía 10 años, esperaba volver a tener 10, pero no. Esperaba volver a sentir lo mismo, esperaba que las imágenes volvieran a mi cabeza, esperaba volver a ser feliz, no pasó. De partida estaban más caros (y ahora no los paga la mamá), no me gusta sentir que el tiempo nos hace cambiar, que las experiencias te marcan y que no podemos volver atrás. Los instantes son lo que son y no se volverán a repetir. Después de sentir que perdí dinero comprando un helado caro y malo, seguí caminando,pasé por la amasandería donde comprábamos pan después del colegio, para mi era el mejor negocio del barrio, ahora una fuente de soda común y corriente. Odio perder la capacidad de asombro. La plaza donde jugaba estaba tapada por las obras de Gran Avenida, los recuerdos no me hacen volver a sentir.
Es así, no se vive dos veces lo mismo, no se vuelve a tener 10, pero rescato los recuerdos, estos lugares me hicieron recordar y mirar un poco lo que ha sido de estos últimos 10 años. Mi mamá ya no me lleva de la mano, ya no le tengo miedo a caminar sola, sé tomar la micro, pago mis helados, no me interesa si en la plaza hay un columpio desocupado, ya no voy al colegio, ya tengo que empezar a sobrevivr sola. ¿Cómo fue que llegué hasta aqui?
1 comentario:
Gabriellllla.. que *BUEN* post..
Muy agradable, mas no comparto las experiencias. Yo también paso ocasionalmente por el barrio donde vivia cuando chico, pero debo decir que las cosas *SI* han cambiado por esos lados. La que fue mi casa ahora esta completamente diferente (simplemente ya no la puedo sentir como mi casa..) la plaza donde iba a jugar esta muy diferente, irreconocible de hecho. El kiosco donde compré cientos y cientos de láminas de esos álbumes infantiles que uno tuvo ya no está, y el negocio de abarrotes donde me compraba el "helado de las 5" fue demolido y ahora hay una fuente de soda.. ..igual suerte sufrió la panadería donde hacían las hallullas (creo que se escribe así..) más ricas y flaquitas que he probado; ahora hay un lavaseco. Y inevitablemente paso también frente a las casas de esos amigos de la infancia que uno tuvo por ahí. Supongo que ya no viven ahí, de hecho, las casas de ellos dos ya no se ven igual, onda que un dueño nuevo las retransformó. Para mi, los recuerdos de la infancia no son más que nostalgia, pues la vida me ha cambiado mucho los lugares donde viví mi niñez.. ..en este momento, soy un nómade de mi propia vida.
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