martes, agosto 04, 2009

LOST IN CALAMA

Si habia algo con lo que me sentía bien era con mi vida laboral, a veces sentía un poco de miedo, pero siempre superé la vergüenza de pedir ayuda. Por lo demás era hiperquinética, conversaba harto con mis pacientes, me llevaba bien con mis colegas y auxilares... y tenía una cordial relación con los médicos, en general lo pasaba bien. En un afán hedonista de sentirme como que camino por nubes, en una ciudad apartada de las micros y edificios, aire puro, gente buena, llegue a Calama con menos ropa de la requerida... nadie se imagina que camina por nubes con chaqueta y bufanda. Pero esta ciudad no es así, en esta ciudad hay baleados y asaltados, hay mucha caca de perro en las veredas lo que implica mucho perro callejero, hay mucho pollo asado con papas fritas, mucha shopería, que es como cerveza con piernas, poca agua, mucha tierra, cero lluvia, mucho viento, mencione la tierra? hay mucha! Encontré trabajo en el hospital público de la ciudad y tengo la misma calidad de relación con la gente de mi pega.. auxiliares, médicos, pacientes, colegas.... pero me voy porque vivir en pareja, esta ciudad y este trabajo no funcan. No se como no lo hacen... pero no lo hacen. Santiago en su apestosa cotidianidad era mi casa. Esto me suena a como tratar de ir a un baño que no es el de tu casa. A mi me cuesta, siempre prefiero aguantar... hacer pipi me da lo mismo... hablamos de otra cosa. Ahora, pienso que un trabajo menos trabajólico?, con menos posibilidades de preocuparse por él 24 horas al día, con gente menos crítica, tal vez más fome, más monotono, pero más tranquilo, me sirva. Me voy a un consultorio.