domingo, febrero 20, 2005

y nos vamos....

Hace ya por lo menos 4 años que no tengo un típico verano de estudiante, ese en donde se conoce toda la programación televisiva y se come como verdadero cerdo. No! decidí aportar a la población activa de este país cuando tenía 16, después de eso no ha pasado un verano en donde no trabaje en algo (sí, sí, soy una quebrada, ¡pero creo que todos deberían hacer lo mismo!).
Antes cualquier cosa servía, ahora con los años de universidad, que supuestamente no pasan en vano (aunque cada día creo que sé menos), trabajé en algo parecido a mi área. Me rompí el lomo mes y medio, recibí parte de mi sueldo y planeamos irnos a la playita.
En un grupo de compañeras lejos el dilema mayor es antes de partir - que donde vamos, que por cuántos días, que cuánta plata, que qué llevamos, que mejor lo compramos allá, que cuántos vamos, que por qué no vas a ir, que erí super fome, que esa playa no me gusta, que hagan lo que quieran, que si querí no más, etc, etc.- la verdad no sé para que discutir tanto si siempre se va a la casa de alguno de nuestros familiares que, conmovido por nuestra incertudumbre y falta de presupuesto, cede su casa o depto. en el litoral.
Tenemos el familar conmovido, parte de nuestro sueldo, un grupillo de gente, sed, ...necesitamos vacaciones (y eso que sólo trabajamos mes y medio, que será de esta generación cuando trabaje un año completo) ¡Que más necesitamos! Nos vamos el lunes a buscar pequeños episodios de esas vacaciones escolares en donde uno se levanta desocupado.

Adios.

sábado, febrero 19, 2005

consecuencias de un sinceramiento autoprovocado

Anteriormente comentaba que debíamos dar gracias a ciertos grados alcoholicos por hacernos un poco más desinhibidos (como se escriba) y convertir a la boca en un vil parlante de nuestra mente, bueno, debemos agregarle que en conjunto con esta sensación, viene un atontamiento, se pone uno lerdo, un poco incoherente y somnoliento, cosa fatal para viajar en micros a las 23.30 horas. Ayer después de nuestra reunión ejecutiva en Bellavista, la mayoría de estas características acompañaba a uno de los integrantes de la comitiva, lamentablemente fue asaltado a "cuchilla limpia" por dos antisociales. Iba él medio ido en el asiento de la ventana cuando uno de estos sujetos se sentó al lado, de pronto sintió pequeñas y gentiles "puntaditas" en el costado y a un joven exigiendo ver su billetera, al contestar que no la tenía sintió un golpecillo en la cabeza proveniente de la persona sentada atrás - "como que no teni billetera conchetumadre" - exclamó. En fin, se vio desprovisto de reloj, billetera y demases.

Tengamos cuidado, por eso no llevo billetera, ni reloj, ni celular a reuniones ejecutivas, como lo hizo nuestro amigo, me gasto toda plata, dejo sólo la de la micro. Lo triste es el stress post traumático de un encuentro cercano con antisociales, este muchacho no podía dormir, cosa que es muy necesaria después de beber en exceso, incluso de puros nervios tuvo reflujos gastroesofágicos, además de tener que estar pegado al teléfono bloqueando documentos e ir a hermosear la realidad a carabineros para decir que fue víctima de un asalto con arma blanca. No iba a decir que estaba un poco bebido cabeceando contra el vidrio de la ventana de la micro. Indecoroso.

Espero que esta historia os haga recapacitar y que tomen las precauciones antes descritas.

cerveza oh vil cerveza

Oh vil cerveza, acabas de hacer a la gente un poco más "sincera", resulta que ya apenas presentados hablamos de sexo y de formas de hacerlo, resulta hasta que tengo buen trasero y feo el pelo? por qué necesitamos un par de litros para entrar en confianza? En todo caso sería extraño que sin ella de pronto nos volvieramos parlantes de nuestra mente y soltaramos todo lo que se nos ocurra, no tendríamos excusa, es un rito necesario de nuestra generación para hablar sin remordimientos, con la confianza de poder decir al otro día " ah no, estaba cocido", no me queda claro si es bueno o es malo, tal vez no es necesario catalogarlo, es así y punto. Más adelante serán pisco sours de los happy hours y más adelante whiskys en las rocas, o tal vez siempre sea cerveza, el asunto es que es gracias a algunos grados alcohólicos que nuestra vida se torna distinta, nos destapa de nuestras caretas y nos deja a la deriva de nuestros pensamientos, salussss!

viernes, febrero 18, 2005

otros 21

El comentario anterior murió.. era un ensayo para probar el blog.

Ahora que cumpliré 21 mi vida seguirá igual, sólo que tendrán derecho a reprocharme que la muy viejota ya tiene 21 y sigue haciendo pendejadas. Entendámoslo como un proceso.

Un año menos o un año más de vida, depende como lo miremos.

Cuando era chica me costaba jugar en el resvalín, me daba miedo, una vez que ya me tiraba o me sacaba la cresta o me paraba olímpicamente. Cada segundo bajando el resvalín era peor, tanto así que no disfrutaba el juego. En estas fechas se siente un poco lo mismo, el tiempo pasa inevitablemente y aumentan las expectativas, típica pregunta que cuanto te falta pa salir, y que vas a hacer, etc.. para eso respuestas corteses: dos años, trabajar en un hospital...

La verdad: no lo sé.

La verdad: si me hecho un ramo pierdo un semestre, no quiero dedicarme a lo que estoy estudiando toda mi vida, me gustan muchas otras cosas, planeo irme de mi casa apenas pueda, la verdad me cargan mis cumpleaños y no quiero que me canten.

La verdad: así como me ven, realmente no he madurado, y "eso que ya tengo 21", sigo creando castillos en el aire y no me doy cuenta como son realmente las cosas.

La verdad: no sé como caeré del resvalín, y tengo tanto miedo como uds. a sacarme la cresta.