jueves, octubre 06, 2005

Pagando la deuda

Que hay de la vida cuando uno tiene rabia hacia quienes ama, mi familia, tengo muchas ganas de gritar en la cara a un par de personas. Es que sentirse traicionada es una de las peores sensaciones en el mundo, provoca extremos, rabia, mucha rabia y por otro lado pena, se cuestiona un poco el autoestima, tan poco valor tengo como para que alguien se sienta en la libertad de traicionarme sin pensarlo dos veces??

Siempre las cosas tiene dos caras, pero no puedo perdonar que no hayan pensado primero en nosotros, los hijos. Cuando uno tiene hijos, no se nunca he tenido, pero se supone que ellos son antes y primero que todo y todos en el mundo. Eso lo aprendí de mi familia, no puedo estar tan equivocada. Como mi papá, mi papito, se olvidó?
No puedo perdonar que haya escondido para ayudar a otras personas, que por lo demàs, no han sabido y no sabran responder. Mi mamá, mi mamita, se siente traicionada, lo se, no tiene que decirlo.

Yo, como hija mayor, tengo ganas de dejar la casa de putas, importandome un comino que todos son mi familia y que nunca lo van a dejar de ser. Alguien pensó que nosotros somos familia también y que nos están cagando?

Pero calma, dejar que la rabia salga como rayo solo va a causar más daño. Voy a respirar, voy a cerrar los ojos y si mañana siento lo mismo, no habrá más remedio que asumir rabias y penas y canalizarlas hacía los lugares más apropiados, que seguramente será en quienes la causaron.

2 comentarios:

J.C. dijo...

El estar relacionados genéticamente, no es sinónimo de ser "familia". Una familia es algo que debe aguantar los problemas, que debe estar ahí para sus integrantes, un refugio, un lugar seguro. Donde no te van a jugar chueco, donde te aceptan, te ayudan y están ahí para ti.
Pero también, una familia es un lugar donde se debe perdonar. A veces, tanto padres como hijos, pueden "meter la pata" a fondo. Después de todo, somos humanos. La gracia está en saber que siempre vale la pena, mantener un puerta abierta. No vaya a llegar un momento, en que ya sea demasiado tarde y todo lo que quede, sean las preguntas "¿Y qué hubiera pasado sí...?" y "¿Por qué nunca...?".
J.C.

Don Noxín dijo...

Me quedé pegado con tu última frase.. ..creo que lo mejor que se puede hacer al tener rabia, más que aprender a canalizarla en alguien en específico, es más importante y mejor aprender a transducirla en algún acto benéfico y/o productivo. Aunque creo que cae de cajón que ésto es claramente lo más dificil dentro de las dos opciones..