Oh querido blog, tu que estas para mi cuando te necesito, yo no he sabido responder a mi única responsabilidad como propietaria de tu espacio... depositar las retorcidas cosas que hay en mi mente.
Mi mente ha estado poco reflexiva y crítica de la vida en estas semanas, permití envolver mi tiempo en función de mi carrera y he olvidado pensar en otra cosa. Imagino a las responsabilidades como lluvia de piedras, imagino a la planificación de las tareas como paraguas de acero. Pero no debemos olvidar que para poder sostener este paraguas uno debe haber entrenado previamente ya que pesa mucho. Eso es lo que me falta, tener la costumbre de entrenar para poder sostener el paraguas de acero cuando llegue la lluvia de piedras. Entonces, estoy en medio de la lluvia sin poder levantar el paraguas... mil piedrazos en la cabeza.
Ahora sólo caen unas gotitas y mi cabeza puede descansar de tanto cototo.
1 comentario:
Yo soy otro de los que está en abismante deuda con el blog. Mas aprovechemos los escasos momentos libres para pagarle en cómodas cuotas, ¿te tinca?
Por otro lado, tu blog es genial, a si que remarco el hecho de que *DEBES* postear en él más seguido..
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