Mientras marcha a Santiago, huyo a las montañas, pero aún así lo espero.
Mientras menos me habla, más ganas tengo de hablarle, mientras más lejos se va más sufro y más me arrepiento. Se que nunca estuvo para mi, se que podría haber estado para él si así él lo hubiese querido.
Hace mucho tiempo que se fue, hace mucho tiempo que dejé de llorar, pero percibo si se acerca un milimetro. En ese momento se que debo huir, pero mis pies nunca pueden caminar.
Nunca fue invitado, llego rompiendo los vidrios, desterrado de mi casa y de mi vida vuelve entrando por la puerta de atrás, lo dejé entrar, sólo hasta la cocina.
También están los que son absolutamente bienvenidos y saben que tienen abiertas puertas y ventanas. Pero también saben que deben irse cuando el sol se esconde.
3 comentarios:
Aunque no lo creas...lo entiendo, y te entiendo.
¿Por qué cuando el sol se esconde?
¿Salen los vampiros, o algo por el estilo?
;)
J.C.
No te voy a ocultar que no entiendo una parte importante de las metáforas, pero lo que si saco por conclusi´ñon es que está spasando por un periodo gris.. ..cheer up, Gabrielllllllla..
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