sábado, julio 08, 2023

En la soledad

En la soledad estoy por un deber autoimpuesto, debo ciudar al perro. Esto después de la ingesta "accidental" de veneno para roedores, como dice su envase. "Accidental" fue porque la pobre no tenía cómo saber que eso era veneno, estaba a su alcance y .. se lo comió... cualquiera hubiere hecho lo mismo. 

 En la soledad recuerdo como era mi vida anterior, me encanta!!!!, pero tengo la capacidad de saber que me aburriré y buscaré mi vida actual. El señor me premia con algo que nunca creí que tendría... madurez... ya estoy madurita y cuando mi pensamiento va, mi vida viene de vuelta. Qué mágicas revelaciones tendré a los 60 señor. 

 Vuelvo a escribir escuchando música, música que habla de conexiones sobredimensionadas casi extraterrestres entre dos personas, she and he, que levitan a pie pelado. Eso hay que atesorarlo en ese cuadradito de corazón o cerebro, según sus preferencias, que tiene para las cosas especiales. Esas cosas se viven pocas veces.

Uno ama después pero con las patas en la tierra. No digo que sea menos valioso, ni menos mágico, digo que no vuelve a ser tan inconsciente. Así como eleva deja caer, no olvido el costalazo.

 Así que amar con zapatos bajo los efectos de la gravedad, creo es un asunto de madurez. 

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